La iniciativa de Transición Ecológica congrega a usuarios de Cocemfe, Ateneu, Cruz Roja y Afanias
La Concejalía de Transición Ecológica del Ayuntamiento de Castelló ha organizado este sábado 17 de diciembre una jornada de puertas abiertas en el proyecto agrosocial que impulsa en el huerto urbano de San Lorenzo. Esta propuesta está gestionada por un periodo de cuatro años por la asociación Terra i Dona y tiene el objetivo de fomentar la integración social de diferentes colectivos con necesidades especiales, personas mayores y población infantil fomentando prácticas sostenibles en el cultivo. La iniciativa de este sábado será de 11 a 13 horas.
“Terra i Dona desarrolla una iniciativa polifuncional que conecta la ciudad con dinámicas agroecológicas y una alimentación saludable y fomenta la integración social, conjugando las vertientes ecológica, integradora, educativa y terapéutica”, ha destacado el concejal de Transición Ecológica, Fernando Navarro.
Esta actividad en el huerto de San Lorenzo, de 1.700 meros cuadrados de extensión, congrega a usuarios de Cocemfe, Ateneu, Cruz Roja y Afanias También realiza colaboraciones con grupos de Cáritas y la Fundación Secretariado Gitano. Sus objetivos pasan por potenciar la conexión entre la sociedad y la actividad agroecológica, promover el consumo saludable y generar a través del huerto un espacio de inclusión. Así, genera un espacio en el que la actividad agrícola coexiste con actividades de carácter social, educativas, lúdicas y terapéuticas.
El proyecto contempla un programa de cuatro años: en el primero plantea una mejora de la calidad de vida de las personas con diversidad funcional a través del aprendizaje de la agricultura ecológica en sus programas de terapia ocupacional. Posteriormente la idea es ampliarse a personas mayores para favorecer un envejecimiento activo, y a los centros educativos da fin de concienciar en hábitos saludables con productos de temporada y de proximidad.
Este huerto agrosocial tiene características ecológicas, didácticas, terapéuticas e integradoras. Por un lado, trabaja con variedades tradicionales locales. Y por otro, promueve procesos de aprendizaje educativos para fomentar el respeto ambiental, generará espacios terapéuticos e incidirá en la integración social creando nuevas oportunidades a las personas participantes.